sábado, mayo 30, 2015

85. Principios no negociables

TEMAS: política, dignidad, valores.
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RESUMEN: Negociar es una necesidad y una virtud propia del buen político. El resultado electoral puede ser una oportunidad de hacer de la necesidad una solución de convivencia ciudadana.


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El resultado de las elecciones municipales y autonómicas recientemente celebradas ha dejado una sensación de perplejidad entre los votantes. A primera vista las elecciones ofrecen una variedad de partidos y de opciones políticas sin un claro vencedor. Este resultado obliga a entenderse a los políticos y provoca la creación de pactos y alianzas de gobierno.

Una cosa buena tendrá este resultado: parece que ha llegado el tiempo del entendimiento y el final de los bloques ideológicos. Los políticos no solo tienen el mandato representativo procedente de su cargo electo, sino que ahora han recibido además el mandato de entenderse unos con otros para llegar a formar un gobierno posible para todos los ciudadanos.

La política es “el arte de lo posible” y dentro de esta definición entran todas las posibilidades reales de gobernar y de administrar las cosas comunes. Puestos a sentarse a negociar los políticos deben aceptar que todo no se puede negociar, pero esto no significa que nada sea negociable. Habrá que descubrir cuáles son los principios no negociables a partir de los cuales se puede empezar a negociar con el adversario político y, por tanto, se podría empezar a ceder posiciones, conceptos, planteamientos, etc.

En este punto relativo a los principios que no se pueden ceder es bueno recordar el discurso de Benedicto XVI a los participantes en unas jornadas de estudio sobre Europa pronunciado el día 30 de marzo de 2006. En dicho discurso se refiere a tres principios que no se pueden negociar y no porque sean creencias religiosas o dogmas de fe católicos, sino porque pertenecen a la naturaleza humana y los necesitamos todos los hombres del mismo modo que necesitamos el aire para respirar.  Estos principios son:

·        protección de la vida en todas sus etapas, desde el momento de la concepción hasta la muerte natural;
·        reconocimiento y promoción de la estructura natural de la familia, como unión entre un hombre y una mujer basada en el matrimonio, y su defensa contra los intentos de equipararla jurídicamente a formas radicalmente diferentes de unión que, en realidad, la dañan y contribuyen a su desestabilización, oscureciendo su carácter particular y su irreemplazable papel social; y
·        protección del derecho de los padres a educar a sus hijos.

Los políticos y todos nosotros debemos meditar sobre la necesidad de estos principios no negociables y sobre la posibilidad de negociar en todos los demás. Si podemos ceder y no hemos sabido convencer parece que debemos ceder. ■




BIBLIOGRAFÍA

·        Benedicto XVI Discurso del santo padre Benedicto XVI a los participantes en unas jornadas de estudio sobre Europa organizadas por el partido popular europeo, Ciudad del Vaticano, 30 de marzo de 2006,  http://w2.vatican.va/content/benedict-xvi/es/speeches/2006/march/documents/hf_ben-xvi_spe_20060330_eu-parliamentarians.html