sábado, octubre 01, 2011

64. JMJ 2011



TEMAS: Religión, libertad, cultura.
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RESUMEN: 1. Si se quiere encontrar un sentido aesta existencia la solución es encontrarse con Cristo y seguirle muy de cerca para así conocer laverdad del hombre y saber vivir la propia vida con acierto.
2. Este encuentro con Cristoes un encuentro personal que implica un compromiso de toda nuestra persona. Uncompromiso total e integral que no puede ser otra cosa que un compromiso deamor.
3. Dios no viene a quitarlenada a los hombres, ni a poner sobre sus vidas una pesada carga deprohibiciones, limitaciones y abstenciones. Dios, por el contrario, viene aliberar al hombre.
4. La cultura actual no puederendirse a la tentación de lo útil y lo eficaz como si ya fuera suficiente paraasegurar el progreso de la civilización. Porque el verdadero progreso social esavanzar en la búsqueda de la verdad del hombre y no en la satisfacción deintereses comerciales, nacionales, económicos o industriales.
5. Por la fe sabemos queCristo es el Hijo de Dios, es el Salvador necesario, no uno cualquiera de losposibles, sino el único capaz de salvarnos, de mostrarnos la verdad. Y esteconocimiento que tenemos por la fe no es producto de nuestra inteligencia ni denuestra racionalidad. Es un regalo de Dios, el don de la fe que hace a cadahombre de manera gratuita y sin merecimiento alguno.
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SUMARIO: 1. Un eco.-2. El mensaje.- 3. Id…- 4. Un regalo.

1. Un eco
Los días 18 al 21de agosto de 2011 Benedicto XVI ha estado en Madrid presidiendo la celebraciónde la Jornada Mundial de la Juventud convocada para este año. Los discursos ylas homilías pronunciadas por el Santo Padre están al alcance de todos y se puedenconsultar los textos originales, meditarlos y volver sobre ellos una y otra vezpara ir sacando buenos consejos e ideas, lo cual es de todo punto recomendable.
El lema de la convocatoria era «arraigados yedificados en Cristo, firmes en la fe» (cfr. Col,2, 7) y bajo este lema se ha ido desarrollando todo el mensaje que va dirigidofundamentalmente a los jóvenes de todo el mundo, católicos y no cristianos, quetienen en común el porvenir, el futuro de la sociedad, la esperanza en unanueva manera de vivir y, sobre todo, los grandes ideales para vivir con sentidosus vidas.
El Papa ha venido ha encontrarse con los jóvenes que quieren buscar el sentido desu vida porque experimentan que una concepción de la vida sin un Dios al quereferirse crea un vacío y una existencia sin sentido.
Por esto viene a anunciar a los jóvenes que Cristo, el que nació de mujer hace dosmil años, es el Hijo del Dios vivo y esel Camino, Verdad y la Vida que da sentido a la vida de cada hombre.
Si se quiere saber por qué vivimos la solución es encontrarse con Cristo y seguirle muy de cerca para así conocer laverdad del hombre y saber vivir la vida con acierto. Pero este encuentro conCristo no es un encuentro físico o una casualidad, menos aún es un encuentropasajero o una simple noticia que se recibe como a quien le cuentan elresultado de un campeonato deportivo.
No, el encuentro con Cristo es un encuentro personal que implica un compromiso detoda nuestra persona. Un compromiso total e integral que no puede ser otra cosaque un compromiso de amor. Es decir, algo más que un simple sentimiento oafectación. El encuentro con Cristo no es algo que me turbe, ni me emocione al menos no tiene por qué ser asínecesariamente sino que esun compromiso que al dar sentido a toda mi vida me compromete en lo que yo másquiero y por lo que yo más me muevo. Por esto es un compromiso de amor yresulta ser un encuentro de amigos, de una profunda amistad.
Para encontrar, amar y seguir a Cristo nos anima una realidad: que Cristo ya nos amóprimero, se hizo uno de los nuestros y no se avergonzó de nosotros. Podemosfiarnos de Él porque Él ya se ha fiado de nosotros. No tenemos nada que perdery podemos comprobar que las palabras de Jesús van dirigidas al corazón delhombre para enseñarle cuál es el verdadero camino, cuál la verdadera verdad ycuál el verdadero sentido de la vida.

2. El mensaje
Y ¿qué es lo que Jesús le dice acada hombre con quien se encuentra? Pues le dice que cada uno somos imagen deDios y que Dios no es un ser lejano, extraño y sin sentimientos que vive suvida al margen de los hombres de ti y demí. No, Dios es el que ha enviado a supropio Hijo para mostrarnos el camino, Dios es quien ama al hombre, Dios esAmor y como es Dios no admite medias palabras o matizaciones, es un absoluto:Dios es Dios y es todo el Amor y en Él no hay error ni engaño por lo que Diostambién es la Verdad, así con mayúsculas y sin apellidos.
Claro, esto es un absoluto. Porquedecir que Cristo es Dios y que es Todo es decir mucho. Sobre todo, porque estanto como decir que esto no admite ninguna discusión: o se admite o nada. Peroes que hay que precisar que en este mundo hay muchas cosas opinables ydiscutibles y dejadas a la libertad y elección de los hombres, muchas. Pero Dioses absoluto y no es discutible.
A veces, los hombres pensamos que elmismo Dios y sus consecuencias son una pesada carga para nuestra vida: ¿quiénpodrá soportarla…? Sin embargo, esto no es más que una visión errónea de Dios.Dios no viene a quitarle nada a los hombres, ni a poner sobre sus vidas unapesada carga de prohibiciones, limitaciones y abstenciones. Dios, por elcontrario, viene a liberar al hombre, a enseñarle lo que tiene que hacer, comotiene que comportarse, lo que debe amar y lo que debe repudiar, lo que tienevalor y sentido y lo que no merece nuestra atención. En definitiva, Dios vienea mostrar el camino por el que se llega a la cima para evitar que nos perdamospor la espesura del bosque.
Porque resulta que, nos guste o no,el camino existe y no vale cualquier camino. Para llegar a la felicidad, paravivir una buena vida, una vida acertada, hay que acertar con el camino. Elcamino nos dice que la verdad es una, no la mía, ni la tuya, sino la verdad. Que lo justono es un conjunto de intereses particulares que benefician o interesan a undeterminado grupo, sino que lo justo es lo que nos hace mejores a los hombresconforme a la ley que Dios mismo ha impreso en nuestro corazón y que por esollamamos la ley natural. Lo contrario a la ley natural es injusto y lo conformea ella es justo.
Y, en fin, este encuentro personalcon Cristo también nos dice que para conocer el verdadero camino y noequivocarse hay que estudiar, hay que formarse con libros, con doctrina y contrabajo. Pero también hay que dejarse guiar por Él en la oración, en ese hablarcara a cara con Dios. O sea, que el encuentro personal con Cristo es personal,es estudio y es oración.

3. Id…
Porque todo lo que nos parece buenoy nos hace bien lo contagiamos, lo anunciamos y se lo contamos a todo el que nosquiere oír. Los cristianos no debemosocultar a Dios de nuestra vida, de la personal o íntima, ni de la pública en laque somos protagonistas y espectadores a la vez.
La cultura actual ni nosotros tampoco no puede rendirse a la tentación de loútil y lo eficaz como si ya fuera suficiente para asegurar el progreso de lacivilización. Es necesario aspirar a algo más elevado que responda a lasverdaderas dimensiones que constituyen el verdadero valor de cada hombre y decada mujer: su dignidad. Porque el verdadero progreso social es avanzar en labúsqueda de la verdad del hombre y no en la satisfacción de interesescomerciales, nacionales, económicos o industriales.
Cómo podemos saber esto. Por la fe sabemos que existe una racionalidad —un porqué—en todo lo creado. El mundo y el hombre no son una casualidad ni un caprichoirracional. Obedecemos a un acto de amor, querido, pensado y deseado. Somos laconsecuencia de una Razón superior que ordena todo lo creado, y a nosotrostambién, al Bien.
Por nuestra razón limitada no podemos comprender las razones del Creador, pero sípodemos comprender que el Creador tiene sus razones y es racional. Meditandosobre este amor creador de Dios para con cada uno de nosotros podemos llegar aentender que nada malo nos puede venir de Él, que nos podemos fiar de lo quenos dice.
Y ¿de qué nos dice? Nos dice que cumplamos sus mandamientos que se compendian enel Decálogo que, a su vez, explica y clarifica la ley natural común a todos loshombres y a todas las mujeres, de todos los tiempos y para todas lascircunstancias porque es tan común como común es la naturaleza humana de la queparticipamos todos.

4. Un regalo
Pero existe un peligro. Podríamosllegar a pensar que por nuestras solas fuerzas, mejor dicho, por nuestros solosrazonamientos, podríamos llegar a comprender a Dios y conocerlo, de tal maneraque llegáramos a la convicción racional de la conveniencia y «utilidad» de ser cristianos. El riesgo sería llegara pensar que somos cristianos porque nos conviene.
Es evidente que todo lo que nos hacebien nos beneficia y conviene y en nada nos perjudica. Pero esa no es la razónpara encontrarse con Cristo y seguirle. Porque Cristo no es sólo un dato, o unabiografía o alguien que vivió realmente.
Por la fe sabemos que Cristo es elHijo de Dios, es el Salvador necesario, no uno cualquiera de los posibles, sinoel único capaz de salvarnos, de mostrarnos la verdad. Y esteconocimiento que tenemos por la fe no es producto de nuestra inteligencia ni denuestra racionalidad. Es un regalo de Dios, el don de la fe, que hace a cadahombre de manera gratuita y sin merecimiento alguno.
Por ser la fe un regalo de Dios noes de los hombres, sino del mismo Dios y por esto la fe no es como los hombresnos empeñemos en decir que es sino como el mismo Dios nos dice que es. Y estafe que nos da Dios nos dice que se asienta sobre su Iglesia, que no esindividual o solitaria, que no es una cábala ni una institución humana.
El regalo de Dios implica que elencuentro con Jesús precisa caminar con Él en la comunión de la Iglesia. Nopuedo vivir la fe «a mi manera» o «como a mí meparece». La fe solamente se puede vivir encomunión con la Iglesia que por esto es de Cristo y no nuestra.
«Más fuerte que todas ellas [lascontrariedades] es el anhelo de Dios, que el Creador ha puesto en el corazón delos jóvenes, y el poder de lo alto, que otorga fortaleza divina a los quesiguen al Maestro y a los que buscan en Él alimento para la vida»[1]. ■





Felipe Pou Ampuero



[1] Benedicto XVI, Discursode despedida en el Aeropuerto internacional Barajas de Madrid el domingo 21de agosto de 2011.