TEMAS: Cultura, vida, familia
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RESUMEN: 1. Antes los padres podían
levantar una valla alrededor del peligro y decir a sus hijos algo así como “no
vayas a tal sitio”.
2. Es conveniente conocer algo las nuevas tecnologías y no dejarse
sorprender por lo nuevo porque lo nuevo es avance, mejora y calidad de vida.
3. Se trata de aprender a comportarse uno mismo ante un mundo
digital lleno de oportunidades.
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Nuestros hijos han nacido en una cultura donde dominan las nuevas
tecnologías y las redes sociales. Para cualquier adolescente es normal
comunicarse con su grupo y enviar mensajes y correos. Lo anormal sería no
hacerlo, eso significaría que sería una persona rara, extraña a su tiempo.
Hasta hace poco tiempo, los padres podíamos estar relativamente
tranquilos porque delimitábamos el terreno peligroso. Podíamos levantar una
valla alrededor del peligro y decir a nuestros hijos algo así como “no vayas a
tal sitio”, “no entres en tal lugar”, “no hables con tal persona”. Habíamos
cercado el peligro, habíamos enjaulado a las fieras.
La sorpresa es que las nuevas tecnologías nos presentan un mundo
virtual donde los espacios no son físicos, los lugares no se pueden vallar, las
personas no están en zonas, sino que, por mucho que levantemos una valla
alrededor de los leones, los nuevos leones virtuales tienen alas, sobrevuelan
la valla y pueden devorar a nuestros pequeños.
¿Esto significa que las nuevas tecnologías con malas?, ¿significa
que debemos mirar al pasado y renegar de los avances de la técnica? No, nada de
eso. Esto significa que debemos conocer algo las nuevas tecnologías y no
dejarnos sorprender por lo nuevo porque lo nuevo es avance, mejora y calidad de
vida, pero hay que aprender a vivir con las nuevas tecnologías. Como señala
Benedicto XVI, «si se usa con sabiduría, puede contribuir a satisfacer el deseo
de sentido, de verdad y de unidad que sigue siendo la aspiración más profunda
del ser humano».
Hay que tener presente que las nuevas tecnologías se han hecho tan
presentes en nuestras vidas que forman parte de ellas y con más razón de las
vidas de nuestros hijos. No se entiende la vida cotidiana sin un teléfono
móvil, sin internet, sin los servicios de mensajería. Las nuevas tecnologías no
son algo extraordinario, lo extraordinario es poder “desconectarse” de ellas
durante algún tiempo.
Por esto, para los padres cristianos de hoy, su tarea de educar
consiste en enseñar a sus hijos a utilizar las nuevas tecnologías de una manera
acorde con la fe cristiana y con la dignidad del hombre. Cada hijo debe
aprender a tomar sus decisiones con madurez, de manera adecuada a su edad y con
naturalidad, sabiendo distinguir lo que está bien y lo que está mal aunque
nadie nos vea y estemos solos delante de un ordenador.
Quizás lo más difícil de comprender es que no se trata de aprender
un nuevo sistema, porque se trata de un sistema que se encuentra en constante
evolución y lo que has aprendido a manejar hoy estará obsoleto pasado mañana.
Se trata, más bien, de aprender a comportarse uno mismo ante un mundo digital
lleno de oportunidades y terriblemente atrayente.
Porque el mundo virtual en realidad es un mundo real: detrás de
cada conversación, detrás de cada imagen, detrás de cada pantalla siempre hay
una persona real con una vida. La vida no es un juego y las nuevas tecnologías
tampoco. ■
BIBLIOGRAFÍA
·
Libro electrónico «Tecnologías digitales y vida cristiana». http://opusdei.es/es-es/article/libro-electronico-tecnologias-digitales-y-vida-cristiana/
·
Juan Carlos Vásconez, Educar
en las nuevas tecnologías, http://opusdei.es/es-es/article/educar-en-las-nuevas-tecnologias/
·
San Juan Pablo II, Carta apostólica «El rápido
desarrollo», A los responsables de las comunicaciones sociales, Ciudad del
Vaticano, 21 de febrero de 2005.
·
Benedicto XVI, Mensaje para la XLVII Jornada Mundial De Las
Comunicaciones Sociales, Ciudad del Vaticano, 12 de mayo de 2013.
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